PARQUE DE BOLÍVAR


El parque de Bolívar es un lugar de gran importancia histórica. En él está la Catedral Metropolitana, la iglesia más grande del mundo construida en ladrillo de barro cocido, se empezó a construir en el 1875, finalmente el parque se inauguró el 12 de octubre de 1892 y con el la realización cada ocho días el acompañamiento de la Retreta de la Universidad de Antioquia, en la actualidad la programación a cambiado pues La Retreta se presenta todos los primeros domingos de cada mes, desde entonces ir al parque es toda una tradición y es que el público que llega siempre a las presentaciones es muy fiel mensualmente.

La Retreta esta conformada por 46 músicos, esta reconocida por la secretaria de educación y Cultura Departamental con la medalla “Pedro Justo Berrío”, hasta la fecha la agrupación a grabado tres discos larga duración y un disco compacto llamado Música Colombiana.

Sin duda alguna el espectáculo presentado por La Retreta de la Universidad de Antioquia es un espectáculo acto para todo tipo de públicos, pues sus obras son muy variadas comprende la música clásica y la música popular, en esta eventualidad los habitantes cotidianos del parque son los que menos interactúan del acto pero cuando se atreven hacerlo expresan toda su emotividad llegando al punto en que se creen los directores de La Retreta.

En la observación realizada el pasado 4 de noviembre del año en curso, se observaba muy claramente lo planteado en el documento “El ciudadano como interpretante del universo sígnico Urbano” de Gabriel García Acosta.

“El estudio del ciudadano con la ciudad, lo que plantea es la compresión de los procesos de comunicación a partir del comportamiento de los ciudadanos dentro del universo sígnico urbano”

La cultura y la forma en que el ciudadano se incluye en ella, cambia con el tiempo; de la misma forma en que las personas modifican sus gustos, necesidades y actividades dentro del contexto cultural; teniendo unos puntos de contacto de donde surgen las reconfiguraciones y reinterpretaciones de la ciudad y el ciudadano.

Claude Levi Strauss plantea que el individuo adquiere su cultura por medio del lenguaje; y el lenguaje es condición de la cultura. La cultura y el lenguaje se identifican por medio de las relaciones lógicas. En esta parte del lenguaje se puede observar que el parque agrupa una serie de individuos con una gran diversidad frente a la cultura (Hippies, punkeros, drogadictos, religiosos, vendedores ambulantes, alcohólicos, desempleados y artesanos, entre otros) generando una percepción de inseguridad para cierto tipo de población, desplazando así a la crema innata de la sociedad que antaño visitaba en parque cotidianamente. Es posible aplicar en este punto la antropología, que dirige sus estudios al comportamiento humano en el sentido de las diferencias culturales para definir o demarcar sus espacios territoriales.

El universo sígnico explora la descripción y la comprensión de códigos ya existentes; encontramos en ellos los hábitos y costumbres. Los signos que están abiertos a la interpretación de un sinnúmero de sentidos



En el Parque se puede observar los fenómenos o características de la semántica.

En él hay construidos signos, símbolos, significados, significantes y códigos. La diversidad en los grupos que hay conformados son los verdaderos habitantes de este lugar, de igual manera La Retreta y sus seguidores, pues por décadas se han reunido mensualmente para llenar de alegría el parque siguiendo con la tradición, con sus instrumentos interpretando música clásica y popular convocando seguidores fieles, habitantes cotidianos de este punto referencial de la ciudad; los transeúntes ocasionales atraídos por las dulces sinfonías de las flautas, trompetas, violines y demás instrumentos que amenizan una mañana dominical mensualmente el Parque de Bolívar, rompiendo con su cotidianidad y dándole una nueva connotación simbólica para todos aquella que no les agrada el lugar pues se tiene de él y de sus habitantes una percepción negativa de este contexto determinado en la ciudad de Medellín.

Después de una hora que dura la presentación de la banda sinfónica de la Universidad de Antioquia, los espectadores se dispersan al igual que los integrantes de la retreta; ninguno se percata (exceptuando algunos pocos curiosos) lo que hay en su alrededor, por la necesidad de hacer una observación semiológica nos dimos cuenta de lo que sucedió minutos después de la finalización de la presentación.

A unos pocos metros donde se encontraba ubicada la Banda, una familia empezó a interpretar música popular o más conocida como carrilera o de despecho, en cuestión de minutos los habitantes del parque se acercaron, haciendo coro con esta familia de artistas reconocidos por los que se encontraban en este momento en el lugar, el contexto del parque cambió significativamente; esta familia de artistas vive de la colaboración que le brindan las personas que apoyan su talento; “lo anterior nos lleva a argumentar que el lenguaje hace parte de la facultad de simbolizar y de representar. La capacidad de simbolizar es aquella posibilidad de canjear lo real por un signo y al mismo tiempo llegar a comprender el signo”.

“Para PIERCE, tendremos siempre un signo objeto y un signo interpretante con sus respectivas relaciones de correspondencia”.

Para concluir es primordial tener en cuenta que en lugar se pueden encontrar una gran diversidad de grupos con unas características especiales que facilitaron el trabajo en la investigación semiológica y lograra una mayor compresión de la misma, el ser humano tiene la capacidad de compartir cierto tipo de espacios y desarrollar según sus códigos las actividades pertinentes a sus necesidades sin violentarse o romper los signos, códigos, interpretaciones y lograr comprenderse entre si.


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